sábado, 10 de mayo de 2014

Y llegamos a la 22, porque no hay hoy sin ayer / JRP.


Ya estamos en la 22 edición de las Romerías de Mayo, y quien lo dude no estuvo en la clausura. Como cada año, el Himno de la Alegría quería estallarnos los oídos desde que la gigantesca réplica del Hacha bajó de la cima de la Loma de la Cruz y llegó hasta el Museo La Periquera, acompañada de las banderas de más de 30 países.
La gigantesca bandera cubana ondeaba al compás del Himno inspirado en la novena sinfonía de Beethoven, y pronto inició el gran desfile en el parque Calixto García, siguió por la Calle Martí, enfiló por la Avenida de los Libertadores, dobló en la Avenida XX Aniversario y llegó hasta la Plaza de la Revolución.
Nunca había visto tantas personas esperando el desfile de los artistas y del pueblo, el Hacha que es tan nuestra y el vehículo articulado, con un dagame nicaragüense, fiel testigo de esta XXI edición. Vaya usted hasta el jardín del “18 plantas” y siéntese a la sombra de los tantos que se han sembrado a lo largo de dos décadas de Romerías.
Esta vez variaron algunos elementos del guión. Los sitios tradicionales de los escenarios cambiaron de posición, quedaron, uno, frente a la nueva plaza cerca del Hotel Pernik; el otro, en la parte de atrás de la piscina de dicha instalación, y un tercero, en la Plaza de la Revolución donde el friso de José Delarra aguarda como testigo de los momentos más importantes de esta provincia. Hasta allí llegó la comitiva con las sirenas de la motorizada, que al mezclarse con el Himno de la Alegría formaron una música extraña y sublime.
En el solemne lugar, tomado por una multitud de jóvenes, hablaron Alexis Triana quien se refirió a la continuidad de las Romerías, los presidentes de la AHS de varias provincias, entre ellos Karina Pardo, anfitriona de la fiesta, amigos invitados como “Tití” de Santiago de Cuba, un holguinero más y por derecho de conquista, un romero más. Mientras llegaban las 12 actuaron Edesio Alejandro y su grupo, y la banda Adictox, de Villa Clara.
A la media noche entre aplausos, el himno, los cláxones y las sirenas de la policía el desfile enrumbó hacia el edificio 18 plantas. Al llegar allí comenzó lo que a mi modo de ver siempre ha sido el momento clímax de las Romerías. Las palabras frías de estas líneas nunca podrán lograr emocionar al lector que no vivió ese instante.
Alexis Triana, ya casi sin voz, se emociona, agradece, describe como va sembrándose el árbol, comienza el hizaje del Hacha, la multitud aplaude, el Himno retumba, la multitud alza sus cabezas para seguir el proceso, el presidente del Comité Organizador, pide un aplauso para el 20 cumpleaños de la que ya se va y acto seguido anuncia la edición 22, y dice que será la hermana nación de Nicaragua la invitada de honor. El Himno se escucha más alto, finalmente el Hacha alcanza la cima, una gran ovación cierra el ritual, muchos de los que trabajaron durante estos días se abrazan, yo solo atino a pensar en esta celebración tan grande, y ahí voy fabulando sobre la escritura de estas líneas de cierre, mientras la gente se va a bailar la despedida, o mejor dicho, el inicio de la XXII Romerías de Mayo. JoseRamirezPantoja

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